Queer, en inglés, significa raro (excéntrico) y durante muchos años fue utilizada para definir de manera despectiva a la comunidad LGBT y a todo aquel cuya sexualidad no cupiera dentro de la definición heterosexual. A principios de los años noventa, cierto sector de la población LGBT sentía que la dirección que había tomado el movimiento no los incluía y que los gays buscaban ser “normales” y solo se daba visibilidad a cierto tipo de personas gay. Entonces decidieron apropiarse de la palabra queer y convertirla en aquella que identificaría una nueva corriente del movimiento en la que el sexo y el género son una construcción.

En los últimos años en medio de las crisis y decadencia del sistema político y ético de la expresión en México y Latinoamérica la comunidad Queer o Cuir, está alcanzando cierto relieve. Planteándose como un movimiento postmoderno que toma conceptos de las teorías feministas, del movimiento de liberación gay y, principalmente, de Monique Wittig y Michel Foucault para practicar una des-ontologización de las identidades y discutir la normalidad de la cultura disciplinadora, y de la producción de una “subjetividad excéntrica”.