Inmerso es un acto en el que confluyen tres ejes que guían el proceso, las sensaciones corporales, el olfato y las emociones.

El entorno se detiene, me observa y lo observo. Me muevo de una y otra forma según el espacio que recorro. Mis pasos fluyen entre lo sutil y lo vigoroso, al unísono con los latidos de mi corazón y la respiración.

Esta serie representa estados físicos y mentales, es como el agua en su estado gaseoso: la única forma de asirla es por medio de la mirada; escapa a un espacio reconocible, y rehúye la idea de puntualizar un lugar definido geográficamente.