El 11 de diciembre del año 2006 el presidente Felipe Calderón hizo oficial su declaración de lucha contra el crimen organizado, en consecuencia, Ciudad Juárez fue una de las primeras localidades en el país en ser ocupada por elementos federales. Para finales del 2011 se contabilizaron más de 11,000 muertos y en el presente las ejecuciones persisten como parte de la cotidianeidad.

Como consecuencia de estos años de ejecuciones, asesinatos y violencia, los espacios inútiles y en desuso le dieron una nueva concepción: la ciudad del abandono. Los sillones en los exteriores, en las aceras, o afuera de las viviendas son una alegoría, un loft ficticio e imaginario de los espacios abandonados que ofrecen confort y seguridad de manera efímera y temporal haciendo una invitación silenciosa a que las personas descansen; cuestionan el momento en que las calles volverán a ser de los ciudadanos, los que hacen, construyen y dan vida a las urbes.